Viernes 19 de marzo del 2020: suena la campana de salida del colegio. Los chicos toman sus cosas de su pupitre y se despiden animósamente "nos vemos después del puente". El ambiente es festivo y relajado, ya que tanto profesores como alumnos ansían disfrutar del puente de primavera. Comienza a hacer calor, el cielo está soleado, ideal para salir a cualquier parte y pasarla bien. Carlos sube al auto de su madre y se da cuenta que en su mochila, tiene el libro de matemáticas de Valentina. Le pide a su madre que regresen a la escuela, ya que quiere devolver el libro a su dueña, ya que lo necesitarán más adelante, pero su madre solo responde "se lo devuelves el martes que la veas, vamos a casa a comer". Lo que Carlos y su madre no sabían, al igual que miles de niños, padres y maestros ese día, que pasarían casi dos años sin regresar a las aulas. Que tal vez, sería la última vez que vieran a sus amigos en un largo tiempo y que a partir de ese día, el mundo como lo conocían, no sería igual, gracias a una pandemia global. Este fue el contexto, en el que la educación virtual y a distancia se vio implementado en todo el sistema educativo, estuviéramos preparados o no. Ya sea por programas de Tv o videollamadas grupales, se tuvo que aprender desde casa.
Para quienes solo habían tenido contacto con el sistema educativo tradicional, como el presencial en educación básica surgieron muchas dudas, la más importante y recurrente era si en verdad los niños podías aprender así, sin estar en un espacio físico y sin un profesor que estuviera cuidando y guiándo el proceso de aprendizaje de cada alumno. Los padres se conviertieron de observadores a parte del proceso educativo de sus hijos y las escuelas y maestros se vieron en el reto de crear ambientes propicios para tener calidad en la educación a distancia. Citando a Fracisco,J. (2012) podemos decir que "La certificación de calidad es un calificativo de distinción muy buscado por las instituciones educativas que imparten programas académicos y cursos en entornos virtuales de aprendizaje. Obtenerla requiere el desarrollo de un sistema que apunte hacia el cumplimiento de estándares mínimos recomendados por instancias reconocidas y promovidos por la gerencia educativa, los docentes, planifi cadores, diseñadores y personal técnico de apoyo tecnológico. " En el ámbito educativo, la calidad se ve asociada a aspectos como: a) la satisfacción del estudiante, docente y la sociedad; b) la correcta utilización de los recursos disponibles tanto propios como ajenos; y c) el desarrollo de una cultura para la mejora continua de los procesos entre todos los miembros de la institución.
De acuerdo con el Instituto para las Políticas de Educación Superior (2000), existen puntos de referencia esenciales para garantizar calidad en la educación a distancia mediada por Internet:
1. Apoyo institucional: son las actividades por medio de las cuales, la institución ayuda a desarrollar políticas, planes de infraestructura tecnológica e incentivos para el personal, que fomenten el desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje
2. Desarrollo de cursos: Incluye puntos específicos como son : a) las normas mínimas para el diseño, desarrollo y entrega de los cursos; b) que los resultados de aprendizaje (y no la disponibilidad tecnológica), sean los que determinen la tecnología que se utilizará para entregar el contenido del curso; c) revisión periódica de los materiales de instrucción para garantizar que se cumplen los estándares del programa y d) la exigencia de participación de los estudiantes en procesos de análisis, síntesis y evaluación de los cursos. Aquí se puede añadir también los medios por los cuales se le brindará reatroalimentación a los alumnos.
3. Proceso de enseñanza-aprendizaje: Esta categoría incluye el conjunto de actividades relacionadas con la pedagogía, específi camente lo relacionado con interactividad, colaboración y aprendizaje modular. Sugieren asegurar: a) la interacción a través de múltiples vías, de los estudiantes con los docentes y entre ellos; b) la retroalimentación oportuna y constructiva a las asignaciones y dudas de los estudiantes; y c) el uso de métodos apropiados de investigación efi caz, para la enseñanza de los estudiantes.
4. Estructura de los cursos: Se debe de contar con un desarrollo metodológico del curso, cronograma de trabajo así como objetivos generales, específicos, todo de manera secuenciada. Para su correcto desarrollo, se sugiere : previo al inicio del programa, los estudiantes deben ser informados acerca de las condiciones, determinar si poseen las tecnologías mínimas de acceso requeridas y además, determinar si están motivados y comprometidos con el aprendizaje a distancia; previo al inicio del curso los estudiantes deben reciben información escrita acerca de los objetivos del curso, conceptos, ideas, y resultados de aprendizaje esperados; y disponer de sufi cientes recursos bibliotecarios, de preferencias que se encuentren disponibles en la red.
5. Apoyo a los estudiantes: Se deberá de brindar el mismo apoyo que si se tratara de un sistema presencial, desde cuestiones administrativas hasta los procesos de aprendizaje y apoyo en el uso de tecnologías de la información. En ese sentido recomiendan asegurar que los estudiantes reciban: a) información acerca de los programas, incluyendo, requisitos de admisión, matrícula, honorarios, libros, materiales, y servicios de apoyo, entre otros; b) entrenamiento e información práctica para buscar materiales en bases de datos electrónicas, bibliotecas y otras fuentes; c) asistencia técnica e instrucciones detalladas sobre los medios electrónicos utilizados a lo largo del curso; y d) respuesta precisa y rápida a las preguntas y solicitudes formuladas al personal de apoyo tecnológico.
6. Apoyo a los docentes: Incluye todo tipo de soporte que se pueda garantizar a los docentes para la transición a la modalidad virtual y durante el desarrollo de los cursos. En tal sentido es necesario asegurarles que dispongan de: a) asistencia técnica para el desarrollo de los cursos; b) ayuda y evaluación durante la transición de la enseñanza presencial a la virtual; c) tutoría personalizada y continúa durante el desarrollo del curso en línea; d) recursos escritos para responder a las dudas planteadas por los estudiantes en línea. Aquí entra tmabién el debate de que si la escuela debería de proporcionar al docente el equipo tecnológico para poder llevar a cabo su función en el aula virtual.
7.Evaluación y valoración:Incluye las políticas y procedimientos para realizar la evaluación de los programas, recopilación de datos y resultados. Se debe asegurar: a) el uso de métodos y estándares específicos para valorar la efi cacia educativa del programa y del proceso de enseñanza aprendizaje; b) el uso de datos como matrícula y costos para evaluar efectividad del programa; y c) revisión periódica de los resultados previstos del aprendizaje para garantizar la claridad, utilidad y conveniencia del programa
En conslusión, podemos decir que la calidad del aprendizaje a distancia no depende de un solo actor, si no que es un trabajo en conjunto entre autoridades escolares, directivos, administrativos, docentes, alumnos y padres de familia, así como recientemente podemos incluir a los prestadores de servicios de soporte y diseño tecnológico, para poder acompañar a los participantes en este proceso, sobre todo a los padres de familia, haciéndolos parte del proceso y aprendiendo a la par que sus hijos, También se requiere una actitud de mejora continua por parte de las instituciones educativas, así como sistematizar reflexivamente los sistemas de trabajo de los participantes, felixibilizándolos de acuerdo a los requerimientos educativos del contexto . Aunque esto suene complejo, es la única manera en que la educación a distancia, sea una opción viable para la educación, cuya calidad no sea puesta en duda.
Referencias:
Francisco, J. (2012). Calidad en entornos virtuales de aprendizaje. Compendium, 15(29), 97-107.
Bernheim, C. T. (2000). Pertinencia social y principios básicos para orientar el diseño de políticas de educación superior. Revista Educación Superior y Sociedad (ESS), 11(1 y 2), 181-196.
Silvio, J. (2006). Hacia una educación virtual de calidad, pero con equidad y pertinencia. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento. Vol. 3. No. 1 España. pp. 1-12. Fuente: dialnet. unirioja.es (Consultado el 22-042012).
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